La sierra de Guadarrama, encuadrada en el Sistema Central, separa las provincias de Madrid y Segovia. La mayor altura es el pico de Peñalara (2430 metros). La cercana zona de la Pedriza es un buen sitio para la práctica de la escalada. En las proximidades están los pueblos de Manzanares el Real y Miraflores de la Sierra.
En el kilómetro 26 de la carretera M-608 entre Navacerrada y Manzanares el Real encontramos un desvío hacia la Pedriza. Al principio de esta pista asfaltada hay un centro de interpretación de la zona. Después, la pista se interna en la sierra hasta llegar al parking de Canto Cochino, a orillas del Manzanares, lugar donde comienza la ruta.
Dejamos el parking y llegamos al río Manzanares, que cruzamos por un puente. Seguimos un camino a la izquierda, marcado con señales de pequeño recorrido, atravesando zona de pino y de jara, por una ruta que se conoce como la autovía de la Pedriza. Este camino coincide con el paso del GR-10, y discurre por el margen izquierdo del arroyo Majadilla, hasta que cruza al otro lado y sube unos metros antes de alcanzar una fuente y el refugio Giner de los Ríos.
Dejamos el refugio por un sendero en dirección este y llegamos a un tolmo, una roca enorme, donde encontramos una pintada azul que indica la dirección al Yelmo. El sendero transcurre por una zona con jaras, brezos, cerezo de pastor, sabinas y algunos pinos y carrascas antes de llegar al collado de la Dehesilla (1453 metros), desde donde vemos el valle por el que baja el GR 10. Desde el collado seguimos por la derecha, rodeando la montaña.
Dejamos el collado y ascendemos por un empinado sendero cuajado de gayubas. Estamos en el sendero PR-C1, ruta que seguimos durante un trecho, hasta que subimos por un roquedal desviándonos a mano derecha. En esta zona vamos encontrando rocas en curiosos equilibrios, fruto de la erosión, hasta que llegamos a un pequeño collado desde el que se ve el embalse de Santillana. Siguiendo el sendero, dejamos una desviación a mano derecha que sube hacia los Fantasmas y salimos a una amplia explanada que se conoce como la pradera del Yelmo, una zona limitada por las paredes de la montaña donde se puede practicar la escalada. En esta pradera, junto al risco de las tres Gracias, hay una fuente.
Caminando por el llano hacia el oeste, y antes de llegar a las paredes del monte, se tuerce a la derecha subiendo entre unos matorrales primero y después por un roquedal hasta ganar la cara norte del Yelmo, donde hay una chimenea por la que se accede a la cumbre, a 1714 metros.
Bajamos del Yelmo a la pradera, y retomamos el sendero que traíamos desde el collado de la Dehesilla, ahora bajando en dirección a Manzanares el Real. El sendero de bajada está bien marcado y señalizado con pintura blanca y amarilla. Es empinado, y en ocasiones escalonado, pero haciéndolo de bajada su única dificultad radica en evitar los resbalones en las piedras si hay humedad. Durante el descenso se pasa por un prado llamado la Gran Cañada, que se extiende en dirección este-oeste, con un letrero advirtiendo del peligro de incendio. Al oeste de este prado encontramos dos senderos. Por la izquierda se baja al Tranco, y por la derecha se regresa a Canto Cochino.
Desde las casas del merendero del Tranco caminamos por un sendero que remonta las aguas del Manzanares, cruza el arroyo de la Majadilla, y sale a la pasarela sobre el río que habíamos pasado al principio de la ruta, terminando la jornada en el parking de Canto Cochino.