El parque nacional de Ordesa y Monte Perdido fue creado en 1918 y está formado por el valle de Ordesa, el cañón de Añisclo, la garganta de Escuaín y el macizo de Monte Perdido. Estas montañas se formaron durante la orogenia alpina y fueron modeladas por la erosión glaciar. El Monte Perdido (3355 metros) es la máxima altura del parque.
Para llegar al inicio de la ruta seguimos la carretera N-260 desde Ainsa hasta Torla, donde deberemos dejar el coche. En verano, el acceso a la Pradera de Ordesa está prohibido, y se sube con un servicio de autobuses desde Torla. También es posible subir por sendero desde Torla.
Partimos de la Pradera, donde nos ha dejado el autobús de Torla. Remontamos el valle de Ordesa por una pista hacia el Circo de Soaso que sigue el curso del río Arazas. Esta es la ruta más cómoda para llegar a la catarata de la Cola de Caballo y también la más transitada. Cuando llevamos recorridos unos metros por esta pista, un cartel nos indica la bifurcación hacia la Senda de Cazadores. Seguimos caminando por la pista para encontrar otra bifurcación que sube hacia Cotatuero. Dejamos ésta a la izquierda y la pista sigue internándose en un bosque de hayas, dejando a la derecha las cascadas de Arripas y de la Cueva. En este punto, la pista aumenta su desnivel y gana altura rápidamente, pasando cerca de una caseta que hace las veces de refugio. A nuestra derecha salen un par de senderos que nos acercan a la cascada del Estrecho, y por la izquierda, otra senda que se dirige a Cotatuero por la Faja de los Canarellos.
Desde aquí, la pista discurre por una zona de pradera hasta alcanzar las gradas de Soaso, donde se acaba la pista y comienza un sendero que sube hacia el fondo del circo. Antes de llegar a la Cola de Caballo pasaremos un refugio y un par de puentes de metal. La Cola de Caballo es una catarata formada por las aguas que bajan por el barranco de Góriz.
Un poco antes de llegar a la Cola de Caballo, a la derecha del río Arazas, hay un cruce señalizado por el que podemos subir al refugio. Tenemos dos opciones:
- Subir por las clavijas, más corto, pero teniendo que trepar un poco.
- Subir por el camino viejo, que serpentea por la ladera del circo, más largo, pero que solo es caminar.
Ambos caminos confluyen un poco más arriba, y el sendero sigue subiendo hasta alcanzar una zona de pradera donde se asienta el refugio de Góriz.
Se sale de Góriz en dirección noreste, subiendo un roquedal a la derecha del barranco de Góriz y continuando por un sendero evidente. Más arriba llegamos a un campo de bloques cruzado por un arroyo. Desde esta zona sale la ruta que conduce al Marboré por la Faja Roya, llamada así por su característico color rojo.
Atravesamos el campo de bloques en dirección hacia el Cilindro, siguiendo los hitos de piedras. Después atravesamos varios neveros haciendo un par de zetas y llegamos al Lago Helado, dejando a un lado el Cilindro y al otro Monte Perdido.
La subida a Monte Perdido es perfectamente visible desde el lago. El sendero asciende por el hombro de roca de un canchal y pasa por el conocido paso de "la escupidera". Se trata de una zona donde un resbalón podría precipitarnos al vacío cuando hay nieve, pero que en verano es una pedrera empinada de ascenso fácil. Una vez que llegamos al final de la pedrera, muy pisada por la cantidad de montañeros que pasan por aquí, giramos a la derecha y subimos los últimos metros, a menudo atravesando un nevero, para llegar al vértice geodésico. Si el día acompaña, se disfruta de una buena vista de los alrededores. Al norte, el balcón de Pineta y los Astazou, por el noroeste el Cilindro, al oeste el Taillón y el Vignemale, al suroeste el valle de Ordesa y al sur el Pico Añisclo y el cañón de Añisclo.
Tras bajar de Monte Perdido al Lago Helado (30 minutos), subimos por el empinado canchal que sube al pitón SW del Cilindro, atravesando algún nevero. Desde el Pitón SW, y mirando hacia el Cilindro, veremos dos chimeneas. La primera vez que estuve aquí subí por la chimenea de la izquierda, con pasos de II. La segunda vez opté por subir por la izquierda de esta chimenea, en un punto marcado con hitos, también con pasos de II. La chimenea de la derecha tiene una reunión para montar un rapel de entre 15 y 20 metros. Tras la chimenea, subimos por la cresta, trepamos un pequeño escarpe y caminamos por un lomo amplio hasta la cima.
Tras bajar del Cilindro, regresamos a Góriz por el camino que ya conocemos.
Regresamos por la misma ruta que a la subida. Tras pasar la cascada del Estrecho, nos encontramos con un puente que permite cruzar el Arazas y seguir hacia la Pradera por el otro lado del río, un poco menos transitado que el camino habitual.