El Cotopaxi es un estratovolcán de 5897 metros de elevación situado en los Andes. Es la segunda montaña más alta de Ecuador, por detrás del Chimborazo. En los Andes ecuatorianos, estos volcanes forman un par de alineaciones montañosas de norte a sur que encierran un valle interandino. Este valle fue llamado "la avenida de los volcanes" por Alexander Humboldt. Su cercanía a Quito hace que sea fácil de ver si las nubes lo permiten. Su elegante silueta cónica nos recuerda a la imagen idealizada de un volcán que solemos tener de pequeños.
El primer día viajé de Riobamba al parque del Cotopaxi junto con Fabián, mi guía en esta ruta. Tras los trámites a la entrada del parque, subimos al refugio de la Rinconada. El refugio José Rivas estaba en obras y todavía no se podía pernoctar en él. Desde la Rinconada, al atardecer, se ve la cima del Cotopaxi iluminada por los últimos rayos del sol.
A medianoche, nos levantamos en la Rinconada y subimos en coche al parqueadero. Desde allí, subimos por terreno arenoso hasta el refugio José Rivas. Tras rodear el refugio y girar a la derecha, seguimos por el sendero al glaciar, flanqueando la falda de la montaña en suave ascenso hasta el comienzo de la nieve.
Nos ponemos los crampones y subimos por pendientes de 35 a 45 grados, mantenidas, sin muchos descansos. Atravesamos un campo de grietas y hacemos un flanqueo en una zona de pendiente de 45 grados un poco antes de llegar a la cima.
Tras el flanqueo, subimos un par de palas de nieve empinadas y llegamos a la cima. La vista del cráter del Cotopaxi es espectacular y por sí sola ya merece la pena el esfuerzo. Además también se ven otros volcanes, como el Chimborazo (hacia el sur), Antisana y Cayambe (al noreste) y el Illiniza (al oeste).
El descenso se realiza por la misma ruta. Ahora con luz se puede disfrutar del espectacular paisaje, de las grietas y del contraste de colores entre la nieve y el terreno que circunda al volcán.