El Calar del Mundo es una plataforma kárstica de 15 por 4 km. formada por materiales calizos, margas y dolomías del Mesozoico, y configura un impresionante endokarst cuyo surgimiento más espectacular es la cascada de los Chorros, el nacimiento del río Mundo, afluente del Segura. La cueva es un paraíso para los amantes de la espeleología.
Para llegar, seguimos la carretera CM-3204 de Riópar a Siles. A la altura del kilómetro 15 está la entrada a los Chorros, y tras una pista de 2 kilómetros, llegamos al aparcamiento. Allí hay servicios y un centro de interpretación de la naturaleza.
El nacimiento del río Mundo, que incluye la zona de la cueva y de las calderetas bajo la cascada, es zona de protección especial y la entrada de vehículos al aparcamiento está controlada. Está prohibido bañarse en el río Mundo, y también realizar espeleología en la cueva sin permiso de la Delegación de Agricultura.
El sendero comienza desde el aparcamiento, cruzando el río y en dirección a la ladera del Calar que queda al este. Un par de flechas blancas nos indican el comienzo de la subida, que serpentea entre pinos hasta alcanzar la altura de la cueva, y luego sigue casi horizontalmente hasta llegar a ella.
En esta parte debemos llevar cuidado porque puede estar bastante resbaladiza. Unas cadenas ancladas en la pared nos ayudan en una zona complicada. También pasamos por una pequeña plataforma desde la que tenemos una vista magnífica de la pared de la que surge el río. Una vez en la cueva contemplamos las Calderetas en el fondo del cañón. Por encima quedan las verticales paredes del Calar, y los miradores de los Chorros, a los que no se accede desde aquí, sino desde un sendero que sale antes de llegar al aparcamiento. La cueva tiene más de 24 kilómetros de galerías y es un auténtico paraíso para la espeleología. No se debe entrar sin equipo y sin preparación. El regreso lo hacemos por el mismo camino.
Se trata del camino que sigue la gente para llegar bajo la cascada que cae desde la cueva. El sendero está arreglado y nos lleva cómodamente desde el aparcamiento hasta una serie de piscinas naturales que forma el río y en las que está prohibido bañarse.
Esta ruta no comienza en el aparcamiento de los Chorros, sino en una caseta de la Junta de Castilla-La Mancha que hay en la carretera que lleva al aparcamiento. Entramos a la pista de los Chorros desde la carretera CM-3204, y a un kilómetro y medio encontramos dicha caseta. Desde allí sale un sendero, a la derecha de la carretera, que asciende hasta el mirador pasando por la fuente de la Pedorrilla y por encima de una gran oquedad que hay en las paredes que caen verticales hasta el fondo del valle. Algunos tramos son bastante aéreos. Desde el mirador tenemos una buena vista del valle y de algunas de las montañas que lo rodean.